jueves, 11 de febrero de 2010

"...y antes de volver a su vida andén

...dejaba entrar a las ratas para que a la vuelta tenga alguien quien le espere..."
Un relato chino...
Cerdo–Agua-Yin
Rata–Madera-Yang.
Luego de la jornada más larga de trabajo, según meditaba el Cerdo, y mientras respiraba hogar a dos cuadras de su cuchitril (entiéndase el lugar más seguro en todo el mundo) las nuevas confusiones nublaban la calle, las casas, los postes...la noche. Ciertamente el Cerdo ha trabajado horas extras tratando de librarse de las otras horas que no ven la luz del día, y su naturaleza de Jabalí occidental, no le permite enfocar la felicidad por sí sólo. Una necesidad absurda de reflejarse en el espejo. En fin...

Llegaba a la entrada del potrero (entiéndase los jardines del Edén), y al ver la luz de mesa prendida en el segundo piso, se le ocurrió que talvez podía inventarse una historia hasta dar encuentro a la Rata, quien, una noche más, ha destejido un pulover de lana que no tenía ni dos meses de existencia mundana y no más de 2 salidas a la esquina de la maldad. ("Rata ratita ratonga...si no te gustara tanto meterte en líos...")

Entra al cubículo de lodo (entiéndase la luz blanca al fondo del túnel) y sin más de 4 segundos grita desde dentro:
"hoy me encontré con un pajaro cantor que me tocó la marcha turca de Ludwig, y que no sabes que me recordó?!"
"Saluda carajo Qué te recordó, Chanchín?"
"Aquella noche que compré himnos extranjeros en una tienda de discos y terminamos con dos empanadas -de verde- de camarón -sin cocer del todo- y una taza -vaso plástico- de café -agua color café- caliente -arrarauiando la mano-"
"Sí."

Sigió destejiendo el pulover hasta que quedó una hermosa e imponente bola de lana que pronto mutaría a bufanda de 4 metros.

Tan pronto el Cerdo terminó con los quehaceres se voltó a mirar a la Rata. Y por un instante, y tan sólo un instante, miró el cuadro de la esquina...miró a la Rata con un sentimiento que bailaba un waltz entre colores sepia, calidez, cámara lenta, ojos que están por entrar al mundo de Morfeo, pero también envidia. Envidia de la determinación de la rata, para destejer, deshacer y rehacer pulovers y problemas; para quitarse un mal rato volviendo a inventarse. Esa determinación de no quedarse en el mismo lugar.

Un último pensamiento: "Mañana será un día largo". El Cerdo nunca dejaba de desear el no gastar los días de su juventud por el trabajo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Entiendase el lugar más seguro en todo el mundo!

La rata ha comprendido que después de un largo tiempo de mirar al cerdo, siempre se sorprende con sus ocurrencias, inocencia y locura, es por eso que su determinación algo inestable pero determinante, puede crecer entre musgos y telarañas, a veces, casi siempre, siempre las palabras del cerdo pueden recuperar un día laborioso de la rata, robar media sonrisa y tratar de buscar la solución a todo!, porque ojo el problema problemático de la rata ratona (entiendase como defecto)....es tratar de estar en todo buscando solución a todo.

Mientras me escabullía un día por los lugares conocidos (entiendase escritos), recordaba esa facilidad para expresar en palabras lo que en ese tiempo el cerdo lo expresa en pinturas y trazos. Pinocho algún día aparecio por nuestra vida (entiendase personaje de madera) que nos unió de alguna forma llevando a mi creatividad a escribir pinocho uno y pinocho dos....sin entender o entiendase pero lo pertenecen al cerdo.

Ojala un cafe caliente cuando pases por mi casa....o un remedo de chocolate de ambato, o o o lo que sea, con que estes, es importante.

Respuesta final, mañana será un largo día....entiendase en el lenguaje de la rata Mañana será otro día, mucho mejor que el de hoy!!!!!

Pd. la rata no quiere que el cerdo desgaste sus cerdosos días en un cerdo trabajo, mas bien que disfrute del cerdo trabajo para sus bienaventuras cerdos futuros dias.

Chusita