miércoles, 29 de octubre de 2008

La fila del confesionario

Muy lindo cuarto, elegante más bien.
Hay gente fuera de el haciendo una fila para entrar.
Me pregunto, que habrá en tan atractivo lugar, se nota cálido y acogedor.
A algunas personas creo que les gusta más que a otras, puesto que pasan varios minutos, a otras en cambio les asusta y salen pronto atormentados o felices.

Alguien comenta que es el confesionario, donde te arrepientes de los pecados cometidos.
¿Cuál es la diferencia entre aquellos que salen pronto o los que dedican mas tiempo a este delicado maltrato?, qué será mejor o peor, cometer 300 pecaditos o un gran pecado mortal, esto ciertamente catalogado humanamente.
Sin duda al estar aquí me atrae la calidez juzgatoria del confesionario, mientras la gente continua cantando en esta iglesia, mas devotos forman la fila, a este atractivo arrepentimiento carnal.
Yo por lo menos prefiero otro castigo talvez otra manera de azotar mis penas enraizadas diariamente con la realidad que vivo.

Buen amigo confesionario para algunos, insensible temido rechazado, salvador y protector para otros. Para mi simplemente injusto incoherente y poco real.

En esta iglesia se escucha cantar la fe, cantar en domingo el amor a dios, a un dios que sin duda a veces quisiera entrar al cálido y misterioso confesionario, y en voz baja casi susurrante arrepentirse por la creación.

sábado, 25 de octubre de 2008

Hoy por la mañana

Oscultaba cada uno de los cuadros que están a la deriva de las paredes de mi cuarto, en ellos se distingue la, mayormente, retasos de mi ciudad hace 80...100 años. En uno de ellos están las edificaciones del centro con 3 y 4 balcones en sonrisa vertical, y una criatura con tirantes cuelga las piernas, sentado bajo el alféizar, como caminando en el viento. Los tiempos han cambiado, pero los personajes son los mismos. La tinta del tintero -la compu del computero-, la pluma del plumero -la tecla del teclero-...el alguien que te quiera. Ahí.